Abajo cadenas
El Grupo Fernández –dueño del famoso hotel Aladdin– inauguró The Hotel, un nuevo concepto de alojamiento ubicado en Caracas, en El Rosal (donde antiguamente se ubicaba la agencia de festejos Hermanos Rodríguez), en un espacio minimalista que nada tiene que ver con la distintiva decoración oriental (ver recuadro Muy sobrio) que caracteriza a este grupo hotelero.
Se trata de un hotel boutique que, como su nombre lo indica, se diferencia de las grandes cadenas hoteleras por la exclusividad de sus instalaciones y de sus servicios, tal como una boutique se diferencia de una tienda por departamentos. Según la tendencia a escala mundial, este concepto presupone un refinado gusto en la decoración, la comida y, especialmente, en la atención, que –según los voceros de la empresa– tiende a ser personalizada.
Según Federico Fernández, directivo del grupo, el nuevo hotel caraqueño posee apenas 63 habitaciones –todas de lujo–, equipadas con internet inalámbrico, además de un centro de negocios, salas de reuniones, servicios de transporte ejecutivo, gimnasio, spa y toda una red de seguridad. Fernández asegura que la idea del nuevo hotel es "ofrecer la opción más cómoda y conveniente al viajero de negocios que visita nuestra capital".
Esta nueva tendencia de alojamiento para altos ejecutivos y empresarios surgió como una respuesta a la presencia cada vez más agresiva de las grandes cadenas internacionales, que incluso está modificando el sistema tradicional hotelero, ya que las propias cadenas comienzan a percibirlo como una nueva oportunidad de negocio para atender un nuevo nicho de mercado con un alto poder adquisitivo, pero sin descuidar sus esquemas tradicionales.
Entre la competencia para este nuevo centro de alojamiento en Caracas se encuentra el JW Marriott, el Embassy Suites y el hotel Centro Lido, que ha tratado de posicionarse desde su inauguración como un albergue boutique.
Detrás de la lámpara
El Grupo Fernández tiene 30 años desarrollando proyectos en los sectores de hotelería y construcción en Venezuela y, según su director, su grupo está valorado hoy en día en 100 millones de dólares. En el país maneja 15 hoteles, casi todos en la categoría de alta rotación. Uno de los más emblemáticos es el Aladdin, cuyas tarifas van desde 320 mil hasta 1,1 millones de bolívares (la habitación presidencial, que tiene piscina interna). Se estima que todos los albergues del Grupo Fernández generan ventas anuales por 15 millones de dólares.
Entre los planes de expansión del holding figura la apertura –el pasado mes de agosto– de la primera etapa de Marina Puerto Varadero, en las costas de Tucacas (en el estado Carabobo), que incluye capacidad para unas 500 lanchas. Además, el concepto del hotel Aladdin comenzará a negociarse en el exterior bajo el modelo de franquicia. En 2006 arranca la primera en Miami, Estados Unidos, y a mediados de 2007 el grupo pretende inaugurar otra en la capital de España.
La agencia encargada de desarrollar la estrategia comunicacional de la apertura de The Hotel fue H2O. Juan Carlos Bertorelli, presidente de la agencia, explica que el propósito de la campaña publicitaria –cuya inversión para finales de año es de 300 millones de bolívares e incluye presencia en canales de cable– es reforzar el mensaje de que la experiencia que ofrece el albergue potencia y satisface los cinco sentidos.
"The Hotel rompe el esquema tradicional de las cadenas hoteleras tanto nacionales como internacionales, en el cual todos los aspectos están estandarizados. Por eso decimos: abajo las cadenas", insiste Bertorelli.
El Grupo Fernández –dueño del famoso hotel Aladdin– inauguró The Hotel, un nuevo concepto de alojamiento ubicado en Caracas, en El Rosal (donde antiguamente se ubicaba la agencia de festejos Hermanos Rodríguez), en un espacio minimalista que nada tiene que ver con la distintiva decoración oriental (ver recuadro Muy sobrio) que caracteriza a este grupo hotelero.
Se trata de un hotel boutique que, como su nombre lo indica, se diferencia de las grandes cadenas hoteleras por la exclusividad de sus instalaciones y de sus servicios, tal como una boutique se diferencia de una tienda por departamentos. Según la tendencia a escala mundial, este concepto presupone un refinado gusto en la decoración, la comida y, especialmente, en la atención, que –según los voceros de la empresa– tiende a ser personalizada.
Según Federico Fernández, directivo del grupo, el nuevo hotel caraqueño posee apenas 63 habitaciones –todas de lujo–, equipadas con internet inalámbrico, además de un centro de negocios, salas de reuniones, servicios de transporte ejecutivo, gimnasio, spa y toda una red de seguridad. Fernández asegura que la idea del nuevo hotel es "ofrecer la opción más cómoda y conveniente al viajero de negocios que visita nuestra capital".
Esta nueva tendencia de alojamiento para altos ejecutivos y empresarios surgió como una respuesta a la presencia cada vez más agresiva de las grandes cadenas internacionales, que incluso está modificando el sistema tradicional hotelero, ya que las propias cadenas comienzan a percibirlo como una nueva oportunidad de negocio para atender un nuevo nicho de mercado con un alto poder adquisitivo, pero sin descuidar sus esquemas tradicionales.
Entre la competencia para este nuevo centro de alojamiento en Caracas se encuentra el JW Marriott, el Embassy Suites y el hotel Centro Lido, que ha tratado de posicionarse desde su inauguración como un albergue boutique.
Detrás de la lámpara
El Grupo Fernández tiene 30 años desarrollando proyectos en los sectores de hotelería y construcción en Venezuela y, según su director, su grupo está valorado hoy en día en 100 millones de dólares. En el país maneja 15 hoteles, casi todos en la categoría de alta rotación. Uno de los más emblemáticos es el Aladdin, cuyas tarifas van desde 320 mil hasta 1,1 millones de bolívares (la habitación presidencial, que tiene piscina interna). Se estima que todos los albergues del Grupo Fernández generan ventas anuales por 15 millones de dólares.
Entre los planes de expansión del holding figura la apertura –el pasado mes de agosto– de la primera etapa de Marina Puerto Varadero, en las costas de Tucacas (en el estado Carabobo), que incluye capacidad para unas 500 lanchas. Además, el concepto del hotel Aladdin comenzará a negociarse en el exterior bajo el modelo de franquicia. En 2006 arranca la primera en Miami, Estados Unidos, y a mediados de 2007 el grupo pretende inaugurar otra en la capital de España.
La agencia encargada de desarrollar la estrategia comunicacional de la apertura de The Hotel fue H2O. Juan Carlos Bertorelli, presidente de la agencia, explica que el propósito de la campaña publicitaria –cuya inversión para finales de año es de 300 millones de bolívares e incluye presencia en canales de cable– es reforzar el mensaje de que la experiencia que ofrece el albergue potencia y satisface los cinco sentidos.
"The Hotel rompe el esquema tradicional de las cadenas hoteleras tanto nacionales como internacionales, en el cual todos los aspectos están estandarizados. Por eso decimos: abajo las cadenas", insiste Bertorelli.
